Han pasado 6 meses de esa despedida y aún es triste revivir esos momentos. Esta fue la última noche que los vimos. Revisamos cosas prácticas: llaves, encargos, últimos detalles y luego nos dimos un fuerte abrazo con inevitables lágrimas. Muchos momentos juntos, muchas historias, muchas alegrías y mucha cotidianidad difíciles de no extrañar con cariño y pena. Pero la vida es una aventura y mañana nos volveremos a ver y nuestras hijas podrán compartir muchas cosas años después en cualquier parte del mundo. Los queremos mucho, fueron muy importantes para nosotros durante el tiempo que vivimos en Madrid. Besos y Gracias por todo.Madrid, martes 17, Marzo 2009
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